ME LO PONES FULL

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Autor: Inés Muñoz Aguirre

domingo, 19 de septiembre de 2010

CAPITULO 2

Carla lo miró a los ojos y Osman no resistió. La dejó subir sin poder apartar de ella su mirada. Carla sonrió. Se las sabía todas.
-Te felicito Osman, está bonita la unidad. Creo que tienes que ponerle en el vidrio de atrás, unas palabras de agradecimiento
-Por mi no será – comentó el Alcalde quien se acercó solicito a pesar del escándalo que continuaba afuera- no necesito agradecimientos de ningún tipo, lo único importante es la fidelidad al partido
-Cuente con eso – dijo Osman sin apartar la vista de aquella  mujer que lo volvía loco
-Que vaina con esta gente – comentó – es que en este país ahora no se puede hacer nada en paz. Hace unos cuantos años atrás entregar unos autobuses era motivo de fiesta, ahora uno sabe que la fiesta se volverá un problema.
-Señor Alcalde – tenemos que irnos – la voz firme de uno de los diez guardaespaldas que lo protegen a diario alertó – cierre la puerta y encienda la unidad, usted tiene que sacarnos de aquí porque los opositores al partido morado están buscando problemas.
Osman obedeció de inmediato. El sonido suave del motor nuevo inundó sus oídos. El Alcalde se sentó detrás de él, protegiéndose detrás del joven chofer. El guardaespaldas se apostó firme en la puerta, mientras que Carla se acomodó dos asientos más atrás. Osman la vio a través del retrovisor y se apresuró a guiñarle el ojo. Ella sonrió. El aceleró suavemente y vio como la gente se apartaba sin problemas cediéndole el paso.  Estaban tan concentrados en discutir los unos con los otros, que hasta olvidaron que a bordo se escapaba la “autoridad”.
Osman se concentró en la amortiguación perfecta; ni todos los huecos de la calle hacían mella en aquel suave vaivén. Sus manos se deslizaban acariciando el volante y su cuerpo se acomodaba a lo mullido del asiento, cuando escuchó la voz  firme y clara – deténgase en la próxima esquina – Allí estaba la comitiva del Alcalde esperándolo, un gran carro último modelo, tres camionetas y dos motos. Detuvo el autobús y abrió la puerta. El Alcalde le tendió la mano – Suerte compañero, fájese  a trabajar para que pague el préstamo puntualmente – Salió sin volver la vista atrás.
La vida está siendo demasiado buena conmigo – pensó, mientras vio a Carla caminar moviendo sus caderas como sólo ella sabía hacerlo  directamente hacia él. Osman sonrió, se pasó la mano por la cabeza, tratando de aplacar su cabello, porque no siempre sabía qué hacer con él. Carla balanceó la pequeña cartera roja que llevaba en sus manos, una y otra vez y sin apenas mirarlo, pasó por su lado – Que te vaya bien; Osman José. La puerta de carro del Alcalde se cerró tras la imagen de aquellas piernas que lo volvían loco. Osman quedó allí, viendo como la mujer de sus sueños se había escapado en medio del torbellino generado por la enorme comitiva

3 comentarios:

  1. Ines, me encanto lo que escribiste. Espero que le puedas imprimir el ritmmo de estos dor primeros capitulos.
    Si quieres, enlaza mi blog, ya que tengo algunos lectores.
    www.zudakas.blogspot.com
    o
    www.esquiso.blogspot.com
    Saludos desde argentina.

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  2. Muy buen inicio de esta novela. La seguiré "por tierra y por mar" ( como Adelita).
    Un abrazo muy grande y muchos éxitos, amigo siempre YGOR ZAMORA de Barquisimeto. Tu ex alumno y admirador por tu trabajo.

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  3. Para cuando será el Capítulo 3? Informan via email?Espero noticias Inés. Un abrazo de nuevo Ygor zamora desde Barquisimeto.

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